ALMA MÍA
Alma mía, perdura en tu idea divina;
todo está bajo el signo de un destino supremo;
sigue tu rumbo, sigue hasta el ocaso extremo
por el camino que hacia la Esfinge te encamina.
Corta la flor al paso, deja la dura espina;
en el río de oro lleva a compás el remo;
saluda el rudo arado del rudo Triptolemo,
y sigue como un dios que sus sueños destina...
Y sigue como un dios que la dicha estimula,
y mientras la retórica del pájaro te adula
y los astros del cielo te acompañan, y los
ramos de la esperanza surgen primaverales,
atraviesa impertérrita por el bosque de males
sin temer serpientes, y sigue, como un dios...
Rubén Darío
miércoles, 10 de febrero de 2016
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario