"El mundo era tan reciente,
que muchas cosas carecían de nombre,
y para mencionarlas
había que señalarlas con el dedo."
100 Años...

martes, 23 de septiembre de 2008

Sobre la mujer y el amor a las cosas


La mujer, comunmente, no necesita más que lo que tiene dentro: lleva el mundo y la humanidad en su propio seno. No es que sea incapaz de creación abstracta: es que vitalmente no le interesa. La industria casera apasiona a la mujer como todo lo que se relaciona a su casa, a sus hombres y seres queridos. En suma, a la conservación de la especie..


El hombre sólo tiene fe en lo racional y abstracto, y por eso se refugia en los grandes sistemas científicos o filosóficos; de manera que cuando ese sistema se viene abajo -como casi siempre sucede- se siente perdido, escéptico y suicida. La mujer confía en lo irracional, en lo mágico, y por eso difícilmente pierda la fe, porque nunca el mundo puede revelársele más absurdo que lo que a primera vista intuye. Racionalizar al Universo y a Dios es empresa, en cambio, típicamente masculina, locura propia de hombres.


La mujer demuestra un interés tan vivo hacia todo lo que la rodea, hacia todo lo que puede ver, sentir, tocar, que le tiene sin cuidado la averiguación de las grandes leyes que rigen eso mismo que hiere sus sentidos y su espíritu, no le interesa contar las pulsaciones de un corazón que sufre, sino el saber por qué sufre...
Ernesto Sábato -Heterodoxia

viernes, 19 de septiembre de 2008

miércoles, 3 de septiembre de 2008


Enamorado estoy de todo cuanto germina en el aire libre.

Lo vulgar y lo tosco, lo cercano y lo fácil, eso soy yo, Acudo hacia mi destino y me ofrendo íntegro sabiendo que siempre he de ganar;

Yo mismo me engalano para entregarme al primero que quiera tomarme, sin preguntar al cielo si sobre mí descenderá según yo deseo,

Entregándome franca y eternamente..


Existo tal cual soy -esto es suficiente;

Si algún otro en el mundo se muestra enterado me alegro;

Y si cada uno y todos están enterados, también me alegro.


Un mundo me contempla, el más inmenso para mí, y esto soy yo mismo;

Y si llego a mi destino hoy, o dentro de diez mil, o diez millones de años,

puedo aceptarlo alegremente o esperar con la misma alegría.


La impronta de mis pies está marcada profundamente en el granito;

Me rio de lo que llamas disolución;

Porque conozco la magnitud del tiempo..


Walt Whitman