"El mundo era tan reciente,
que muchas cosas carecían de nombre,
y para mencionarlas
había que señalarlas con el dedo."
100 Años...

sábado, 30 de mayo de 2009

Cansada de trabajar se sienta Manolita en el tronco, mirando más allá del alambrado el campo infinito piensa para sí.. 'quién encierra lo que libre es..

miércoles, 20 de mayo de 2009

lunes, 18 de mayo de 2009

Es tan poco...


Lo que conoces
es tan poco
lo que conoces son mis nubes
son mis silencios
son mis gestos
lo que conoces
es la tristeza
de mi casa
vista de afuera
son los postigos de mi tristeza.
Pero no sabes nada,
a lo sumo
piensas a veces
que es tan poco
lo que conozco de tí
lo que conozco
es la tristeza
de tu casa vista de afuera
son los postigos de tu tristeza.
Pero no llamas.
Pero no llamo...

Mario Benedetti

Gracias por el fuego!

sábado, 9 de mayo de 2009

Reunión

..aunque Mozart y el árbol no puedan saberlo, también nosotros a nuestra manera hemos querido trasponer una torpe guerra a un órden que le dé sentido, la justifique y en últimno término la lleve a una victoria que sea como la restitución de una melodía después de tantos años de roncos cuernos de caza, que sea ese allegro final que sucede al adagio como un encuentro con la luz. Lo que se divertiría Luis si supiera que en este momento lo estoy comparando con Mozart, viéndolo ordenar poco a poco esta insensatez, alzarla hasta su razón primordial que aniquila con su evidencia y su desmesura todas las prudentes razones temporales. Pero qué amarga, qué desesperada tarea la de ser músico de hombres, por encima del barro y la metralla y el desaliento urdir ese canto que creíamos imposible, el canto que trabará amistad con la copa de los árboles, con la tierra devuelta a sus hijos. Sí, es la fiebre..
.. Y así al final me quedaré dormido, pero antes alcanzaré a preguntarme si algún día sabremos pasar del movimiento donde todavía suena el halalí del cazador, a la conquistada plenitud del adagio y de ahí al allegro final que me canturreo con un hilo de voz, si seremos capaces de alcanzar la reconciliación con todo lo que haya quedado vivo frente a nosotros. Tendríamos que ser como Luis, no ya seguirlo, sino ser como él, dejar atrás inapelablemente el odio y la venganza, mirar al enemigo como lo mira Luis, con una implacable magnanimidad que tantas veces ha suscitado en mi memoria (pero esto, ¿cómo decírselo a nadie?) una imagen de pontocrátor, un juez que empieza por ser el acusado y el testigo y que no juzga, que simplemnte separa la tierra de las aguas para que al fin, alguna vez, nazca una patria de hombres en un amanecer tembloroso, a orillas de un tiempo más limpio.

Julio Cortázar