"El mundo era tan reciente,
que muchas cosas carecían de nombre,
y para mencionarlas
había que señalarlas con el dedo."
100 Años...

martes, 4 de diciembre de 2018



Hubo un Ciprés perdido en el tiempo,
que incondicional al SER se preguntó:
Quién soy?
El espejo de su mente latía en un canto.

Amparado en el espacio desplegó sus alas,
al vuelo del alba anidó la vida que cruzaba el cielo,
firmamento celeste que acababa de ser 
y seguía siendo en su alma.

Todos los días de todos los soles
se recordaba mundo, se sabía
todo y completo.
Pero no conocía aun su nombre.

Las raíces lo guiaron en vuelo profundo, 
hacia el núcleo de su sangre.
La salvia lo llovió por dentro nutriendo el camino.
La luz trajo calor y el calor abrió su sonrisa, o su ojo.

En ese momento infinito descubrió a su lado al Arrayán,
al paraíso mismo, 
y al verlo todo supo por fin que YOSOY.
Mi nombre es Ciprés, o mar, águila o molusco.
Porque siempre ha sido y será, 
el amor que nace en mil nombres

Fractales del todo. 







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