Para no ser mudo hay que empezar por no ser sordo. Si vos no sabés escuchar no vas a saber hablar o en todo caso lo que digas no va tener interés para los demás porque los laberintos de tu propio ombligo pueden ser apasionantes para vos pero para el resto de la humanidad no tienen porqué ser un tema que interese demasiado. Entonces creo que para poder hablar hay que saber escuchar y hay que recibir esas voces y aprender que las voces que valen la pena escuchar suenan, a veces, en los lugares menos presentables. Digamos, no en los foros universitarios, en los centros donde se reúnen los expertos para explicar cómo es el mundo, sino en lugares sencillos simples, por ejemplo las paredes.
Eduardo Galeano
sábado, 3 de julio de 2010
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9 comentarios:
Cuando las paredes hablan vamos por buen camino :)
Que capo galeano!!
Besos
Te voy a robar esta elección cuando revele un par de fotos de paredes que tengo pendiente.
Está bueno che.
Beso
Te acordás de esa "el primer síntoma de la renuncia a los sueños es 'la falta de tiempo'..."
Lo mío no es falta de tiempo. Es vagancia
Todos disponemos del mismo tiempo ...y a nadie le falta. Solo que algunos saben aprovecharlo mejor para avanzar a lo que quieren ....
...a los sueños se renuncia por otras razones ...una de ellas es no saber que hacer luego de alcanzarlos.
No le echemos la culpa al poco tiempo, y hagamonos cargo de lo que nos toca ...
salut !
Salutes!
http://3.bp.blogspot.com/_fgA0AEBrumA/TCNwIaz4-OI/AAAAAAAAAU8/00oyc0BojrY/s1600/time+and+clocks.jpg
te dejo porque ando apurado
¡Muy bueno Virginia!
Gracias, un beso grande!
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