Siempre y en lugares
recupero mi ser.
Vuelvo a eso infinito que me nutre.
Escalo en mí frecuencias de amor y
me desapego del fracaso futuro.
Camino ríos de monte, en cada latido
de cada árbol te respiro. Y siento
ahí dentro la presión de un sueño,
que es llave y cerradura a la vez. Años
de milenios lo llevo esperando.
Pero en breve ES, y ya está pariendo.
Môme.