lunes, 24 de septiembre de 2012
viernes, 21 de septiembre de 2012
¿Qué es la belleza?
Es muy difícil definir la belleza, ya que se trata de una idea ligada a la cultura y modo de vida de los diferentes grupos humanos. Tal vez la definición más aceptada sea la de Aristóteles, que considera la belleza como armonía y proporción de las partes con el todo.
En cuanto al ideal de belleza femenina, puede afirmarse que cada individuo tiene su propia opinión y es casi imposible encontrar dos personas que coincidan en este punto. Por consiguiente, no es de extrañar que el prototipo de belleza femenino haya experimentado numerosas variaciones a lo largo del tiempo, así como de unas regiones a otras.
Los pueblos prehistóricos y algunos primitivos actuales admiran a la mujer de pecho abundante y caderas y vientre voluminosos, ya que estos rasgos se consideran entre ellos signos de fecundidad. En cambio, los pobladores de Mesopotamia prestaron especial atención a los ojos, mientras los antiguos egipcios idealizaron a la mujer de senos pequeños y firmes, ojos grandes y peinado minucioso. Los griegos establecieron el canon de belleza femenina basándose en la proporción entre la cabeza y las diferentes partes del cuerpo, y crearon un tipo de configuración robusta y firme. En los últimos años de la Edad Media se admiraron las figuras delgadas y frágiles, cuya esbeltez se acentuaba con ayuda de elevados sombreros y frentes muy depiladas. El Renacimiento volvió a poner de moda a la mujer robusta e incluso "llenita", para pasar a un tipo de mujer francamente gruesa en el siglo XVII. Poco antes de la Revolución francesa se creó una nueva estilización de ancho miriñaque, cintura muy estrecha y peluca abultada, pero a continuación volvió a cambiar el gusto y osciló entre los tipos gruesos, inspirados en la antigua Roma, y otros delgados y enfermizos, a imitación de la protagonista de La dama de las camelias. En la actualidad existe una tendencia general hacia la figura muy delgada y estilizada, con pequeñas variaciones de unos países a otros.
Pero siempre ha habido mujeres que, sin ajustarse a los cánones de belleza de la época, poseían un encanto especial, que irradiaba de su marcada personalidad o de una vida interior intensa.
ENCICLOPEDIA DE LA MUJER
TOMO 1: Belleza
Editorial Salvat - Pamplona 1973
Impresión Gráfica: Navarra 1980
Próximo Capítulo:
"El desarrollo de la personalidad, el mejor medio de llegar a ser bella".
En cuanto al ideal de belleza femenina, puede afirmarse que cada individuo tiene su propia opinión y es casi imposible encontrar dos personas que coincidan en este punto. Por consiguiente, no es de extrañar que el prototipo de belleza femenino haya experimentado numerosas variaciones a lo largo del tiempo, así como de unas regiones a otras.
Los pueblos prehistóricos y algunos primitivos actuales admiran a la mujer de pecho abundante y caderas y vientre voluminosos, ya que estos rasgos se consideran entre ellos signos de fecundidad. En cambio, los pobladores de Mesopotamia prestaron especial atención a los ojos, mientras los antiguos egipcios idealizaron a la mujer de senos pequeños y firmes, ojos grandes y peinado minucioso. Los griegos establecieron el canon de belleza femenina basándose en la proporción entre la cabeza y las diferentes partes del cuerpo, y crearon un tipo de configuración robusta y firme. En los últimos años de la Edad Media se admiraron las figuras delgadas y frágiles, cuya esbeltez se acentuaba con ayuda de elevados sombreros y frentes muy depiladas. El Renacimiento volvió a poner de moda a la mujer robusta e incluso "llenita", para pasar a un tipo de mujer francamente gruesa en el siglo XVII. Poco antes de la Revolución francesa se creó una nueva estilización de ancho miriñaque, cintura muy estrecha y peluca abultada, pero a continuación volvió a cambiar el gusto y osciló entre los tipos gruesos, inspirados en la antigua Roma, y otros delgados y enfermizos, a imitación de la protagonista de La dama de las camelias. En la actualidad existe una tendencia general hacia la figura muy delgada y estilizada, con pequeñas variaciones de unos países a otros.
Pero siempre ha habido mujeres que, sin ajustarse a los cánones de belleza de la época, poseían un encanto especial, que irradiaba de su marcada personalidad o de una vida interior intensa.
ENCICLOPEDIA DE LA MUJER
TOMO 1: Belleza
Editorial Salvat - Pamplona 1973
Impresión Gráfica: Navarra 1980
Próximo Capítulo:
"El desarrollo de la personalidad, el mejor medio de llegar a ser bella".
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